Este cementerio coruñés, también conocido como el cementerio de Orillamar, está situado de cara al Atlántico. Tiene un valor histórico superior a cualquier museo. Un recorrido por este camposanto es un recorrido por la historia de la ciudad.
En el cementerio de San Amaro podréis descubrir el reflejo de la historia y de las gentes de la ciudad de A Coruña.
Alberga casi 20.000 sepulturas dónde descansan ilustres coruñeses y miles de historias de vecinos anónimos un el laberinto de tumbas, ceniceros y grandes mausoleos.
Parte religiosa del cementerio |
El camposanto está dividido en tres zonas bien diferenciadas quecorrespondenla religiosa, la civil y la británica.
Parte civil del cementerio |
La última es una curiosa área cerrada al público, última morada de un célebre batallón británico diezmado en la batalla de Elviña. Este lugar es conocido como el "pequeño Gibraltar" ya que la llave al recinto la custodia el cónsul británico en la ciudad.
Parte británica del cementerio. |
Hace tiempo yacían soldados de la Alemania nazi muertos en suelo español durante la Segunda Guerra Mundial, sin embargo hace diez años los restos de todos ellos fueron destinados a Cádiz, a un lugar especialmente realizado para los caídos en guerra.
En la parte civil del cementerio se aglomeran nichos no identificados y muchas sepulturas musulmanas identificadas con una pequeña placa que los recueda.
El primer entierro en la parte civil fue el de Federico Tapia en 1891, que fue uno de los alcaldes de la ciudad al que atribuyen la demolición de las murallas de la ciudad para que A Coruña siguiese creciendo.
Sepultura de Federico Tapia |
Sepultura de Alfonso Molina |
También podemos visitar las tumbas de personalidades como Alfredo Suárez Ferrin, político republicano de Galicia y alcalde de la ciudad de A Coruña durante la Segunda República cuyo triste final se puede resumir en su ejecución por los sublevados en la Guerra Civil.
Otra personalidad muy influyente para la ciudad fue Canuto Berrea. Éste fue el director de la orquesta del Teatro Principal (conocido hoy como Teatro Rosalía) en 1896. Es considerado uno de los pioneros del orfeonismo gallego.
Manuel Curros Enríquez también yace en este lugar. Es un poeta gallego del siglo XIX y uno de los máximos representantes de la literatura gallega del "Rexurdimento" (etapa cultural de la historia de Galicia cuyo objetivo principal fue la revitalización de la lengua gallega tras un período de decadencia (a nivel cultural y científica) conocido como "Os séculos escuros"). Este poeta fue un gran amigo de la ciudad. Dicen que tuvo uno de los entierros más multitudinarios de San Amaro.
Sepultura de Curros Enriquez, |
Otro impulsor de la cultura gallega durante esta época, y que también yace aquí; es Manuel Murguía, marido de la célebre escritora Rosalía de Castro.
Sepultura de Manuel Murguía. |
También podemos encontrar un monolito de dos metros que recuerda a Claudio Sanmartín, gran empresario de A Coruña y ex-presidente del banco Caixa Galicia; que fue asesinado a tiros en 1988 por los GRAPO que era una organización terrorista española de extrema izquierda, causando en la ciudad una gran conmoción y terror.
Sepultura de Claudio San Martín. |
Uno de las tumbas más visitadas es la de Juan Fernández Darriba, un niño que a sus once años arriesgó su vida para rescatar a una menor que se ahogaba en la Playa del Orzán.
Ocurrió en 1896 y logró rescatarla, pero perdió su vida en ello. A día de hoy nunca faltan flores en su lápida. Se las llevan los hijos y los nietos de aquella niña a la que Juan devolvió la vida.
Sepultura de Juan Darriba Fdez. |
Otra de las tumbas de una niña, aunque menos visitada debido a su desconocimiento, es la de la hermana de Pablo Picasso. Pablo Picasso vivió en la ciudad de A Coruña durante parte de su infancia y, fue aquí dónde se produjo la fatídica muerte de su hermana Conchita Picasso (a los cuatro años de edad), y que marcará la trayectoria artística de Picasso, produciéndose una acelerada madurez reflejada en sus obras.
Muy relacionado con el pintor, aquí también descansa uno de los profesores de modelado de Pabo Picasso. Se trata del uno de los grandes escultores de Galicia llamado Isidro Brocos.
Epitafios ordinarios y epitafios singulares conviven en este lugar. Uno que llama podersamente la atención es el que quiso incluir el escudo del Deportivo al lado del tradicional crucifijo en su lápida para hacer valer su amor por el club y el fútbol.
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